Estamos en cuarentena por el COVID19. Llevamos un mes encerrados en casa ya y el encierro se va haciendo cada vez más insoportable, por eso, hay que buscar hacer cosas que te gusten porque de lo contrario todos los días son iguales. La experiencia de hoy ha sido novedosa pero muy bonita sin duda alguna. He cocinado a través de Skype con mis sobrinas Eva y Aroa y hemos hecho rosquillas con la antigua receta familiar.
Mis mini chefs han estado increibles siguiedo las instrucciones y trabajando como hormiguitas para conseguir nuestras rosquillas. Aroa con su curiosidad por saber el por qué de todo lo que se hace en la receta y mi peqeña chef Eva aportando sus conocimientos de hacer pan que aprendió en la granja escuela. Una mañana distinta a las demás. ¡Gracias chicas!
El resultado estas rosquillas recuerdos de infancia que tan ricas están
Ingredientes:
1/2 docena de huevos
1 vaso de leche
1 vaso de manteca de cerdo fundida
1 vaso de azúcar
1 vaso de anis (licor)
1 cucharadita de bicarbonato
harina (la que admita)
1- En un bol se ponen tres huevos y tres yemas (sus claras se reservan), la leche, la manteca, el azúcar, el anis y el bicarbonato. Se mezcla todo bien.
2- Se va añadiendo la harina que admita hasta que se pueda trabajar con las manos sin que se pegue.
3- Se pasa a la mesa para amasar la masa hasta conseguir que esté homogénea.
4- Se separa la masa en pequeñas porciones y se van formando las rosquillas.
5- Se pone aceite en una sartén con cascara de limón y se calienta a fuego medio alto para que a las rosquillas les de tiempo a hacerse por dentro. Se echan en pequeñas tandas teniendo en cuenta que debe quedar espacio suficiente entre ellas para que crezcan al freirlas. Al ir echándolas a la sartén se les va dando de nuevo forma, haciendo una especie de surco alredor de todo el perímetro. Ésto ayudará a que se frian bien por dentro para que no se queden crudas.
De la primera tanda conviene abrir una rosquilla para ver si está el aceite en su punto viendo si está bien hecha por dentro.
6- Una vez fritas se dejan enfriar. Mientras en un bol se baten a punto de nieve las claras con un chorro de zumo de medio limón. En otro plato prepraramos azúcar. El proceso rebozado es sencillo, comenazamos metiendo las manos en las claras y con nuestras manos cubrimos bien la rosquilla hasta por el interior del agujero y las pasamos al azúcar para rebozarlas bien por todas partes.
Una vez hechas ya se pueden disfrutar. A mi me encantan disfrutarlas con un café.
Fantastic donuts, looks delicious.
ResponderEliminartienen que salir bastantes verdad ? tienen muy buena pinta tus rosquillas ,un besote
ResponderEliminarMás o menos unas docena de rosquillas por huevo, normalmente alguna más. Yo hago media docena de huevos en grandes ocasiones de lo contrario con dos huevos y la tercera parte del resto de ingredientes tengo bastante. En casa siempre triunfan.
EliminarEstán poquísimas..... Sigue así Marus
ResponderEliminarCuantos buenos recuerdos me ha traído este post. Recuerdo las ricas rosquillas que preparaba mi abuela en las tardes de domingo. Un grato recuerdo de infancia junto al dulce olor de la ropa de su casa, un olor especial que se mantiene en mi memoria.
ResponderEliminarLos olores traen a tu mente recuerdos y a veces con ellos viene el de un ser querido. A mi me pasa igual muchas, muchas veces...
Eliminar