Ingredientes:
500 g de harina
100 g azúcar
100 g mantequilla
2 yemas de huevo
5 g de sal
250 ml de leche
ralladura de limón
vainilla
1/4 cucharadita de nuez moscada
1/4 cucharadita de clavo molido
ron
30 g de almendras fileteadas
100 g de pasas sin pepitas
25 g de levadura de panadería
Los checos lo llaman velikonoční bochánek (el pajarito sobre la "c", se lee como si fuese una "ch" en español) o Mazanek.
Pon las pasas en ron para que resulten más jugosas.
Para prepararlo mezcla una cucharada de azúcar con la levadura hasta que se desmenuce completamente. Añade una o dos cucharadas de harina y dos o tres de leche caliente y remueva bien y deje subir la masa de levadura (unos 30 minutos). Mientras batimos en un recipiente hondo la mantequilla previamente derretida y fría, el azúcar y las yemas. Añadir la harina tamizada con la sal, la masa de levadura, las pasas remojadas en ron escurridas y rebozadas en harina, el clavo, la nuez moscada, parte de las almendras y la leche al recipiente. Con una espátula se unen bien los ingredientes formando una masa que se trabaja con las manos en una tabla de cocina hasta que no se pegue.
Se deja la masa en un recipiente bajo tapada con un paño en un sitio cálido para que crezca y se esponje (la puedes espolvorear con harina). Suele tardar unas dos horas al menos.
Cuando ya ha subido se divide en dos porciones y se ponen en una bandeja de horno previamente engrasada. Déjalas reposar unos 15 minutos y después úntalas con huevo batido.
Cuando el huevo se seque haz una cruz en la parte superior cortando con las tijeras (para que no se rompa cuando se hornee aunque dicen que esa cruz tiene connotaciones cristianas como otros dulces de otros paises) en ambas.
Cubre las masas con las almendras restantes y hornealas. A 200 ºC primero, 15 minutos más o menos, con el horno previamente precalentado. Después lo bajamos a 150 ºC hasta que esté dorado y hecho por dentro, otros 45 minutos más. Si se dora pero no está hecho se puede proteger con papel de aluminio para terminar de hornearlo sin que se queme.
La masa, aunque con distinta forma, es la misma que la de Vanocka navideña (falta el pajarito sobre la "c").
No resulta demasiado dulce y por ello se puede acompañar con mantequilla y mermelada o con un tazón de chocolate. Es un dulce típico de la Semana Santa checa. Su sabor es uno de mis recuerdos checos, de cuando vivía en Praga.
Durante la Semana Santa en la República Checa es costumbre comprar y preparar dulces típicos, como el famoso "mazanec“ (derivado de la palabra "pomazaný“- untado, pues se trata de panes untados), el típico bizcocho en forma de corderito (que simboliza a Jesucristo como el Cordero de Dios) o los panecillos de Judas o "jidásky“ (cubiertos de miel) . La comida de Pascua suele consistir en el tradicional Relleno de Pascua con ortiga y perejil, el cordero o el carnero asados.
Otra parte inseparable de la Pascua de Resurrección checa es la costumbre de "los azotes“ o "pomlázka“. Durante el Lunes de Pascua, los muchachos preparan una especie de látigo trenzado de ramas de sauce, decorado con cintas de colores y que utilizan para azotar simbolicamente a las muchachas. Esta costumbre proviene de una larga tradición y representa la fuerza que la naturaleza en primavera entrega a las mujeres, que rejuvenecen y permanecen más fértiles. Hoy en día, los muchachos pegan a las amas de casa y a las muchachas a cambio de los regalos típicos de Pascua: huevos pintados, de chocolate u otras golosinas y dulces.
El huevo es el símbolo más típico de la pascua en la República Checa y suele, como símbolo de fertilidad, decorarse de diferentes maneras. Las cáscaras de huevos vacíos pintadas a mano se llaman "kraslice“ y pueden encontrarse en los numerosos mercados de Pascua. Los más habitual es que en las casas se pinten o tiñan huevos cocidos.
que recuerdos todos estos postres checos MARAVILLOOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
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